Operación bumerán

(por Deepthroatter, 27/06/06)

+ El nuevo equipo rectoral parece decidido a mostrar a la sociedad universitaria, y de paso también a la sociedad regional, algunas muestras de los dispendios cometidos por el Rector Ballesta para su único lucimiento personal.

+ Amparándose en la luz y taquígrafos, tantas veces aludida por Cobacho durante la campaña electoral, éste incluyó en la documentación del Consejo de Gobierno del 20 de junio una copia de los contratos suscritos por su predecesor con los medios de comunicación. Un resumen, un poco tendencioso, destinado a que los mismos que en su día los votaron favorablemente –Cobacho incluido-, ahora pongan el grito en el cielo: ”Nada más y nada menos que miles de nuestros euros al año se gastaba Ballesta en ensalzar su imagen personal preparándose su salto a la política”, dicen ahora los mismos que los aprobaron en su momento.

+ ¡¡¡Cuanta hipocresía, indolencia, incompetencia… se evidencia por parte de los miembros del Consejo de Gobierno que no solo evidencian no enterarse de lo que les ponen delante, sino de su capacidad para ser manejados como muñecos de guiñol por cualquiera que se les ponga al frente y les enseñe cualquier conejo!!!.

+ Cierto miembro del equipo rectoral, que según alguna fuente autorizada dice que “ni informa, ni comunica, ni innova” (aunque quien ahora habla, hacer, lo que es hacer en su día... salvo unas botellitas de vino, queso, mermeladas,... que hizo con la frase de “innovar es hacer lo que nunca se ha hecho”... tampoco es que hiciera mucho), se le habría ido un poco la boca y habría confesado en un círculo cercano (¡que en determinadas cosas uno no puede fiarse ni de la parienta!!!) que se le ha tenido que dar dimensión a la cosa de los medios de comunicación, haciéndola parecer como la del asunto de la medalla del Congreso de EEUU a Aznar (¿lo recuerdan?), pero que esto no va a ir más allá del ajuste de cuentas que tenía pendiente Cobacho con Tele-Ballesta. ¿De verdad nuestro rector se siente con fuerzas para lidiar un pulso con todos los grupos mediáticos existentes en esta Región, incluída la todopoderosa La Verdad presidida por Lozano Teruel???.

+ No falta quien comenta que a la vista del poco brillo que va a ser capaz de imprimirle a su etapa rectoral (¿por incapacidad propia o del entorno?), la única política posible a su alcance sería la de tierra quemada. Satanizando la gestión de Ballesta, e incluso enfrentándose con los poderes mediáticos, Cobacho aparecería como una víctima del sistema ante los universitarios y la propia sociedad.

+ Una vez celebrada la Cena-Homenaje del pasado día 12, ahora tocaría un “homenaje” frecuente a su gestión, que no va a ser tan del agrado de Ballesta.

+ Y para coordinar toda esta operación, incluso, se habría nombrado un Coordinador (con sueldo) con esa función específica. Pero de los Coordinadores, mejor dejarlo como monotema para otro día, que hay mucho que contar…

+ Que lleven cuidado, que los bumerán los carga el diablo.

¿La convergencia hace aguas?

+ Mi padre, desde luego, no tenía blog. Ni ahora. Incluso recuerdo calles sin asfaltar, donde nos pringábamos a tope, donde jugábamos al guá y donde la farolilla de la esquina alumbraba nuestros juegos y el mañana.

+ Ahora, la fibra óptica sustituirá al cable por donde envío a blogger.com estas paridas. Al mismo tiempo, los océanos están esquilmados, nos dicen y encima, les echamos salmuera porque ya no quedan anchoicas, antes aguica pal resort, ¡mi amor!.

+ Ustedes disculparán, o no, una pequeña disgresión global. Ahora, todo está asfaltado. Ni guá, ni agua. Estampicas de poquémon. Como mucho.

+ Por eso, me alegré cuando dejamos de poner pólizas en los papeles. Y me alegro ahora porque lo de la administración electrónica va viento en popa y ready to go.

+ Y no jugaremos al guá, pero al blogger. com le damos...poco, desde luego. Pero menos parece que le da la Vicerrectora de Convergencia Europea, que o se va o no se queda. ¡Ay!.

No habrá Tele-Cobacho!

+ El primer Consejo de Gobierno ordinario de la era Cobacho se va a celebrar nada menos que con 26 puntos del día y en martes. Se acabaron los viernes, al menos de momento.

+ Revisado el orden del día llama la atención una de las primeras medidas que definen la política del equipo rectoral, ya hablaremos de las demás otro día.



+ Y es que se pretende no renovar los contratos que la UMU tiene con TVM, La Verdad y La Opinión para la producción de información universitaria. Es decir, desaparece el Canal Universitario, se dice adiós a La Chuleta y fue bonito mientras duró, Paraninfo. Y que costaban una pasta, sobretodo el primero, el televisivo y forjador de brillantes carreras mediáticas, canal universitario. Además de los casi dos centenares de suscripciones a esos dos periódicos.

+ Lo que produce de inmediato un debate sobre el coste de la necesaria proyección a la sociedad que la Universidad debe protagonizar. ¿Se considera un gasto excesivo? ¿se pretende eliminar esta importante contribución sin establecer otros mecanismos de sustitución? ¿cómo comunicaremos ahora la ingente catarata de actos científicos y de autobombo que producimos? ¿crearemos una unidad de información y comunicación?. Estas y otras muchas cuestiones deberán encontrar respuesta en los próximos días-meses.

+ De lo que, dicho sea de paso, no he encontrado ni rastro en el Programa Electoral, curiosamente.

Cabezas recalentadas

+ Son tiempos calurosos, aunque ya sabemos que la canícula de verdad está todavía agazapada cogiendo fuerza. Y que cuando empiece de verdad, esto será el acabóse y el reventar de los aparatos de a/a, que de momento se mantienen con una limpieza de filtro y una prueba general para ver si enfrían como deben.

+ Ahora que los que debían enchufárselo ya, en dirección a la cabeza y otras partes nobles como la zona intestinal, son los que andan montando gresca, irritados por la chulería y prepotencia de algunos investigadores que tras años de trabajo y de cumplir a rajatabla lo estipulado por unos y por otros, ven cómo su sueño (y su legalidad) peligra por la estupidez humana. Porque en vez de alegrarse por la alegría ajena, a algunos les molesta que por fin tímidamente se avance hacia lo de que la universidad será investigadora o no será.

+ Esperemos que el Consejo de Gobierno, creo que preparado ya para el próximo 20 de junio, aclare el panorama y no se deje avasallar por la irresponsabilidad de algunos que, créanselo, son los que no quieren que esto avance de forma clara hacia una universidad de calidad.

Complemento a la vista!

+ Ya habrán leído la noticia de la Contratada Ramón y Cajal que abandona su Universidad contratadora porque ya estaba harta de esperar. Lo que ha conseguido con su tenure track americano es mucho más de lo que podría conseguir en España en muchos años. Aunque hubiera esperado - esa Universidad ya parece haber encontrado la fórmula para regularizar a sus contratados de investigación -, lo conseguido en USA es imposible aquí.

+ Se juntan la tibieza científica de nuestros cambiantes gobernantes nacionales, la miopía o pereza de autoridades políticas regionales y la autonomía sin dinero de los rectores. Mezclas imposibles, pero dan un resultado estremecedor. Investigar aquí es para echarse a llorar. Aprovechen y lean este artículo en El País, titulado ¿Qué es lo que estamos haciendo mal en la Universidad?.

+ Mientras eso ocurre, en nuestra Universidad se levantan algunas voces que claman contra lo recientemente conseguido por los futuros contratados doctores con perfil preferentemente investigador, la mayoría de ellos contratados del programa Ramón y Cajal. En resumen, menos carga docente que el resto del PDI. Lógico, si entran con un baremo en el que hay unos mínimos que cumplir.

+ Ignoran esas voces que muchos de los que sufren de esos 22 créditos no los cumplen ni de lejos. Ignoran también que el curriculum aportado por estos Contratados Ramón y Cajal ha sido de Primera División. Y han pasado dos evaluaciones nacionales. Y, me imagino que en muchos casos, la acreditación I3.

+ Por contra, al resto de contratados doctores, contratados por razones docentes, se les exige inmediata reducción de la carga docente. Como sabemos, se aduce también que se les contrata con un baremo investigador, pero en éste no se exigen unos mínimos. La plaza es para el que más puntos tenga. Sean 100 ó 4,5. Los que sean. Y se exige también la inmediata reducción de carga docente al resto de PDI. Reduzcamos, pero que se exija la evaluación cada dos años, como a los Ramón y Cajal, además de otras medidas objetivas y cuantificadoras de la capacidad y producción investigadora. Y que se controle el POD, claro.

+ No sea que al final disfracemos de reducción de carga docente un nuevo complemento investigador universal.

Oferta y demanda

(por Emanuelman, 3/6/06)

+ La tarde del jueves, los escasos –dado el nivel de “unsuscribes”- receptores supervivientes de la lista “anuncios” pudimos leer la información enviada por la Junta de PDI de la UMU –la firmaba su Presidente, Mariano Alarcón- en la que se repasaban los temas abordados durante la que creo fue primera reunión del colectivo con el Profesor Cobacho. El tono general de la nota era francamente preocupante; el Rector confirmaba la sospecha de que la situación económica “no es muy boyante”, aunque sin aclarar datos de interés: ¿hasta qué punto no lo es? ¿por qué no lo es? ¿qué causas concretas están en el origen de esta situación “poco boyante”? ¿ha habido negligencia, o algo más, en la gestión de los equipos anteriores?. Visto lo visto, no es de extrañar que el Rector confesara sufrir un estado de “desazón por la parálisis del parque científico, la precariedad del campus de Ciencias de la Salud, la indefinición del campus de Lorca y la inminente puesta en marcha de la Facultad de Ciencias del Deporte en San Javier”, proyectos todos clave en su programa electoral. Afortunadamente, poco después, una nota del propio Rector nos invitaba a participar en un homenaje que el equipo entrante ha organizado al Doctor Ballesta en reconocimiento a su labor en las dos últimas “legislaturas”; nuestro proverbial optimismo nos permitió, entonces, pensar que no puede haber tanta desazón en el ánimo del Rector si se organizan homenajes.

+ Pero, más adelante, en su nota informativa, Alarcón aludía a otra “preocupación” del Rector, surgida a causa “del trato de favor a la UCAM dispensado por las administraciones regional y local y los medios de comunicación regionales”, trato que incluiría, incluso, un “pacto de silencio” de ambos dos fundamentales poderes para disimular los “déficits” de dicho centro académico. Esta confesión es, sin duda, más difícil de contrarrestar que la desazón anterior; la inmediata convocatoria del homenaje a Ballesta no sirve para aliviarla. Pero un hecho casual -¿casual, o manifestación de la providencia?- como el haber tenido de vecino, en la barra de un restaurante, a un ciudadano anónimo, al borde de la cuarentena, que le explicaba a un amigo el supremo bien que había obtenido en su paso por los Jerónimos, me hizo ver la luz. Sin solución de continuidad, trataré de transmitírsela a ustedes.

+ Al parecer, mi vecino llevaba intentando lograr una licenciatura –creo que en Derecho- décadas, desde su más tierna juventud; para ello, se había matriculado en cuatro Universidades públicas diferentes –si no recuerdo mal, la UMU, la de Alicante, la Miguel Hernández y la UNED-, cambiando expedientes de una a otra en numerosas ocasiones, sin haber conseguido aprobar –“después de empollar como un loco”, subrayaba- más que una o, a lo sumo, dos asignaturas por año. A consecuencia de la depresión que el escaso éxito le ocasionaba, hubo muchos cursos en los que no se matriculó, volviendo a reanudar su intento tiempo después, sin que los resultados mejoraran. La puesta en marcha de la UCAM había sido providencial para él: la licenciatura ya estaba en su poder, o lo estaría al final de este curso, y su satisfacción era tan enorme que llegó a decir: “Me ha costado mi dinero, es cierto, pero aunque hubiera debido pagar diez millones –de antiguas pesetas, supongo- cada año lo hubiera hecho con gusto, porque tener la seguridad de que, al final, conseguirás un título que te era tan esquivo, no tiene precio”.

+ Ahí comprendí que la UCAM es, en realidad, un instrumento que la Iglesia Católica, su propietaria, utiliza para seguir cumplimentando, en el nuevo milenio, las obras de misericordia que su Fundador predicó. Al menos, un par de ellas: enseñar al que no sabe, y dar –en este caso, títulos- al que no los tiene, a pesar de desearlo ardientemente. Convendrán que cuando la vocación aprieta –lo que, sin duda, era el caso de mi vecino de barra-, el pequeño detalle de que, a cambio del título, debas soltar una pasta –sobre todo, si la tienes- no empaña ni un ápice tan cristiano proceder. Porque como el al fin egresado decía: “es verdad que la matrícula en las universidades públicas es mucho más barata, pero si sumo todo lo malgastado en los muchos años en los que pasé por ellas para aprobar apenas unas cuantas asignaturas, el dinero invertido estos últimos años teniendo la seguridad de que aprobaría todas las materias en las que me matriculara merece la pena”. Al oírlo, entendí su lógica y pensé que, una vez más, aquel viejo aserto castellano, “lo barato es caro”, se cumple.

+ La conclusión es lógica: la UCAM cumple una importante labor social, y los buenos gobernantes –como los que tenemos la fortuna de gozar en nuestra Región- no pueden ser insensibles a ella. Nuestro Rector, por tanto, debería preocuparse más por conseguir que sus Facultades alcancen un grado de éxito escolar como el logrado, en sus escasos años de funcionamiento, por la institución académica ubicada en San Jerónimo, y menos por denunciar presuntos “tratos de favor”. Porque la globalización tiene un solo principio, “el cliente siempre tiene razón”. Manos a la obra, pues, porque está claro que si, con nuestras tasas, lográsemos resultados similares a los de los pupilos de Mendoza, no les quedarían a éstos ni cuatro siestas por mucho “prejuicio favorable” que hacia ellos mostraran nuestras pías autoridades. Porque es cierto lo que alguien, no recuerdo quién, dijo: “la gente es capaz de hacer cualquier cosa por un descuento del 10%”. Amén.

+ ¡Ah!, y otro día hablaremos de la enorme consideración que tiene, en nuestra santa casa, la docencia, reflejada en algunos otros mensajes enviados a “anuncios”.