26 abril 2006

Blanco y negro

+ No podemos quitarnos de la bebida. Los del blog, digo. Y algunos más, seguro que tampoco. Aunque lo de las estadísticas nos ha dado fuerte, con la guardia descuidada. Que ganemos una clasificación por sólo media décima y salgamos en los titulares...

- Pero eso no quita para que la honorabilidad de los murcianos esté fuera de toda duda!

+ Y es que me ha llegado al alma, me han llegado ya media docena más o menos, el mensaje de ayer del Profesor García del Toro. Don Javier, quien últimamente ejerce de fustigador ¿? de gobiernos constructores de aparcamientos en zonas de alto valor híppico y de maestro in situ.

+ D. Javier manda unos mensajes inenarrables. Y este adjetivo ahí queda. No les puedo contar el mensaje. El fondo del mensaje tampoco me atrevo, para qué decir el mensaje completo. Una amalgama tremenda de acentos perdidos y mal encontrados, de negritas por aquí y de aumentos de tamaño de hasta el 20 o más, sangrías imposibles, mayúsculas gritadoras y latinajos entre paréntesis, mezcla de apuntes mal traducidos y voces entrecortadas entre entrevistas de radio y televisión.

+ No se enfade, D. Javier, que estamos con usted. Sólo que o edita (mejor busque a alguno de sus alumnos, preferentemente alguno que escuche a los monos del ártico) sus mensajes o no le va a leer ni el robot ¡! que le autoriza los mensajes en la umulista.

+ No nos ofrecemos nosotros porque a nosotros ni Carlos Darwin ni Carlos Marx nos hacen tilín. A nosotros quien nos gusta es Juanito, Juanito Andarín!.

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