10 mayo 2006

Que no se nos adelanten, por favor

(por Emanuelman, 9/5/05)

+ Lo cierto es que, leyendo lo que se escribe en los numerosos diarios confidenciales que aparecen en la red que tienen a la Región de Murcia como protagonista –si quieren ejemplos, pueden entretenerse con los textos que el autor de “Murcia Confidencial” ha colgado los días 6 y 7 de este mes-, uno tiene la impresión que el cambalache murciano está cogido, como decimos por aquí, “con palicos y cañicas”, y que la pronta, decidida y justiciera intervención de todo tipo de Fiscales Sin Miedo, lleven, o no, el membrete de Anticorrupción, acabará por derrumbar su frágil estructura. Por el bien de estos Fiscales –y, por supuesto, por el del honrado pueblo murciano al que vienen a rescatar de tanto malandrín como, si creemos lo que se escribe, ha prosperado por aquí-, es de esperar que no les pase como al bíblico Sansón; o sea, que disfruten de buena vista y hayan tenido la prudencia de ponerse a buen recaudo en el preciso momento en el que zarandeen las columnas –no demasiado resistentes, me temo- que sostienen el templete.

+ En todo caso, parece que las autoridades políticas que rigen, desde hace ya doce años, nuestra Región gozan de un nivel bastante aceptable de quebraderos de cabeza como para que su máxima preocupación sea el seguimiento de los gastos de las Universidades públicas. No quiero decir que éstas deban ser inmunes a la fiscalización, sino que nuestros administradores deberían evitar que pudiera decirse de ellos que, a la hora de aliviar a los ciudadanos que pagan sus impuestos –que ya sabemos quienes son; definitivamente, lo de “Hacienda somos todos” es un chiste malo-, pretenden engañarles mediante el muy socorrido método de eliminar el clásico chocolate del loro.

+ Y puesto que hablamos de estos ya veteranos –es lo que tiene el tiempo: que doce años no pasan en balde ni siquiera para los jóvenes leones peperos a los que les cayó el poder como un maná cuando los socialistas murcianos decidieron suicidarse- moradores de inmuebles tan nobles como el Palacio de San Esteban o el que ocupa la Glorieta de España, yo hace mucho tiempo que me hago cruces de que ningún profesional de nuestra casa se haya percatado de lo importante que sería una investigación que sacara a la luz la trayectoria -vital, profesional y política- que explique el éxito, sin parangón en el resto de España, de estos líderes ciudadanos capaces de captar, cada vez que hay elecciones, no menos del 60% del voto popular.

+ ¿En serio, ningún sociólogo, estudioso de la ciencia política o del periodismo o, incluso, historiador se ha planteado nunca saber cómo, por ejemplo, un oscuro profesor de un colegio privado, tiempo ha desaparecido, destinado a reconvertir en ciudadanos de provecho a los descendientes menos aplicados de las clases pudientes murcianas, pudo convertirse, tras pasar una muy breve travesía del desierto en la oposición municipal, en el Presidente Autonómico más votado –o de los más votados? Me parece lamentable porque, dada su edad no demasiado avanzada, la mayor parte de los que fueron sus compañeros de pupitre en el colegio de los Maristas; de estudios y de farras en la Universidad; de servicio militar –si lo hizo-; de oposiciones al puesto de trabajo –si tuvo que pasarlas- y, finalmente, de partido –en este apartado, también aquellos a quienes dejó en la cuneta- están vivos y, por tanto, disponibles para poder arrojar luz sobre las innegables virtudes que un triunfador como él debía atesorar, desde pequeñito, para convertirse en líder social.

+ Y si el resultado de la investigación fuera que nadie había previsto una carrera tan deslumbrante, convendría tratar de encontrar la explicación a lo que, entonces sí, sería un misterio, estudiando la sociedad murciana, que habría hecho posible un milagro de tanta entidad. Estoy seguro de que las publicaciones a que dieran lugar estas investigaciones se convertirían en best sellers que trascenderían el ámbito estrictamente académico; no digo que llegasen a niveles comparables al dichoso Código, pero sí al de las aventuras de Alatriste. Porque a todos nos consta que, incluso más allá de las fronteras estatales –estoy pensando en el Reino Unido, Alemania o Francia- Murcia y sus dirigentes son fenómenos que cada vez interesan a más medios de comunicación. ¿Va a dejarse arrebatar la UMU la gloria?.

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